5 de diciembre de 2010

El desarrollo del coche eléctrico, ¿realidad o utopía?

El año 2011 anuncia la llegada de los primeros modelos de coche eléctricos de las grandes marcas fabricados en serie. Todos quieren ocupar posiciones, pero hay dudas sobre su viabilidad y desarrollo. El precio (por encima de los 30.000€), la falta de electrolineras, o la rentabilidad de los servicios asociados a los vehículos eléctricos. En España, el objetivo del Ministerio de Industria pasa por alcanzar las 20.000 unidades el próximo año y superar los 100.000 en 2014, una meta que el sector considera utópica.
Aún así, este negocio también presenta numerosas ventajas para los fabricantes, ya que gracias a ellos regresarán las ventas incentivadas por parte del Gobierno que, además, está respaldando numerosos proyectos industriales para favorecer su producción.
En la recta final para su llegada al mercado, estos son los Pros y los Contras de estos vehículos:
PROS
• RENTABLE PARA EL BOSILLO DEL COMPRADOR. A largo plazo, optar por un modelo ‘enchufable’ puede ser un ahorro para el comprador. Según los cálculos del Ministerio de Industria, el menor coste de la electricidad frente al de la gasolina permite amortizar la compra en seis años. A partir de entonces, todo es ahorro. Además, el mantenimiento del vehículo es más barato que el de los modelos de gasolina o gasoil.
• LAS AYUDAS DIRECTAS VUELVEN AL SECTOR. Los fabricantes y los concesionarios ven el coche eléctrico como la llave para el regreso de las ayudas públicas a la compra de automóviles (tras la extinción del Plan 2000E). El Ministerio de Industria subvenciona con hasta 6.000 euros la adquisición de los nuevos modelos ‘verdes’.
• SALVAVIDAS PARA LAS FÁBRICAS ESPAÑOLAS. Las nuevas líneas de automóviles garantizan carga de trabajo a las plantas españolas. Las fábricas de Renault en Valladolid, de Ford en Almussafes (Valencia), de PSA en Vigo y de Mercedes en Vitoria se encargarán de la producción de varios modelos eléctricos. Próximamente, la planta de Nissan en Barcelona podría sumarse a la lista.
• REACTIVACIÓN DE LAS FLOTAS. La llegada de los nuevos modelos puede permitir reactivar la venta de nuevas flotas de coches a grandes clientes institucionales y empresariales; tanto por el ahorro que la adquisición a gran escala representaría para las compañías como por las subvenciones (también vía recibo de la luz) que promueve el Gobierno. Ya se han dado algunos pasos: Iberdrola va a renovar con vehículos eléctricos el 40% de su flota (con más de 300 unidades).
• NUEVAS LÍNEAS DE NEGOCIO. El desarrollo de la red de repostaje puede ser un negocio interesante para numerosas compañías de diferentes sectores. Grupos energéticos y fabricantes automovilísticos han sellado múltiples alianzas cruzadas para la creación de una verdadera red de abastecimiento y para poner a punto toda la tecnológica necesaria para la recarga. Pero, además, grupos ajenos hasta ahora a esta actividad, como Indra o Ezentis (antigua Avánzit), están ya desarrollando actividades para entrar en este sector.
• EMISIONES CERO. Las bondades ecológicas de los nuevos vehículos son indiscutibles: las emisiones de CO2 de sus tubos de escape son estrictamente cero durante toda su vida útil. Su uso mejorará la habitabilidad de las ciudades, ya que reducirán el humo y la contaminación acústica. Y permitiría a los diferentes países cumplir sus compromisos de reducción de emisiones para combatir el cambio climático.
CONTRAS
• MODELOS MÁS CAROS. Su precio inicial es muy superior al de los vehículos tradicionales impulsados por combustibles fósiles (fundamentalmente por el aún disparatado coste de las baterías que portan). Un modelo como el Mitsubishi I-Mev costará 35.000 euros. Su equivalente en gasolina apenas llega a los 10.000 euros.
• POCA AUTONOMÍA Y LARGAS RECARGAS. De momento, la autonomía de los vehículos enchufados se limita a trayectos de 150 kilómetros. Una vez que agota su batería, la recarga se puede dilatar entre 30 y 45 minutos en una ‘electrolinera’ y durante más de ocho horas en una conexión doméstica.
• ¿LA GASOLINERA EN CASA? El retraso en la red de puntos de conexión eléctrica puede ser un obstáculo para que las ventas de estos modelos echen a andar. Sin ‘electrolineras’ en las ciudades que garanticen el abastecimiento y con la mayoría de los consumidores sin acceso en sus garajes o en sus domicilios a la conexión necesaria para recargar sus vehículos, habrá muchos potenciales compradores que se lo piensen.
• VERDES, SÍ… PERO NO. Los coches eléctricos no producen emisiones contaminantes. Pero la generación de la electricidad, de momento, sí. Las emisiones de CO2 se trasladan de un eslabón a otro de la cadena: del tubo de escape del automóvil a las centrales termoeléctricas de carbón o de fuel. Además, los nuevos modelos pondrán en el mercado miles de baterías de litio que aún se desconoce cómo podrán reciclarse en el futuro.
• UNA RED ELÉCTRICA FINITA. Las compañías eléctricas consideran que la red española está preparada para asumir el abastecimiento de estos coches. Según los cálculos de Iberdrola, la red eléctrica hoy podría asumir la recarga de nada menos que 10 millones de vehículos. Eso sí siempre que se haga de forma lenta y por las noches. Fuentes del sector alertan, en cambio, de que si eventual parque de decenas de miles de automóviles tratara de recargar simultáneamente sus baterías en horario de alto consumo la red no lo soportará.
• EL FABRICANTE, DE MOMENTO, SÓLO PIERDE. El sector del automóvil ha sufrido (está sufriendo) el zarpazo de la crisis. Y el negocio del coche eléctrico no servirá, al menos de momento, para que levante cabeza. Los primeros modelos no serán rentables para los fabricantes, que ya han reconocido (como BMW o Nissan) que habrá que esperar a una segunda generación de vehículos para que conseguir beneficios.
• EXPECTATIVAS ¿INCUMPLIBLES?. Las previsiones oficiales de ventas de coches eléctricos parecen más voluntaristas que factibles. El Ministerio de Industria aspira a que se comercialicen 20.000 vehículos en 2011 y alcanzar un parque ‘enchufable’ de 250.000 unidades en 2014. La realidad está muy lejos de los augurios: este año se ha vendido una veintena de coches eléctricos en el mercado español.
• LASTRE PARA LAS CUENTAS PÚBLICAS. La apuesta por el coche eléctrico del departamento que dirige Miguel Sebastián es más que clara. El presupuesto para el plan para el impulso del uso de los nuevos modelos alcanza los 590 millones de euros para los dos próximos ejercicios (en ayudas a la compra y en subvenciones a las empresas). La factura puede ser otro lastre para las cuentas públicas ya debilitadas por la crisis.
Fuente: Expansión

1 comentario:

  1. hmmm, lo que me parece una utopía es la sostenibilidad un transporte basado en el crudo. Esta claro que los vehículos electricos tienen grandes retos para que se generalicen, pero creo que son muchas más ventajas que inconvenientes (muchos de los cuales tienen soluciones o los tendrán). Otra cosa es lo que puedan hacer los poderes para impedir que se generalicen :(

    Has dado en el clavo con que las baterías (y todo) deben hacerse con el fin en mente: deben diseñarse para el final de su ciclo de vida para no perder valiosos (y limitados) materiales.

    Saludos!

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