Cada poco tiempo se van publicando noticias sobre la necesidad de caminar hacia la sostenibilidad energética, esto es producir el 100% de la energía con fuentes limpias y renovables entorno al 2050. Una utopía para unos, pero una posibilidad real para otros. Pero la reciente decisión de Alemania de renunciar a la energía nuclear en el 2022, es todo un reto para la industria renovable y ofrece la posibilidad de dar un gran salto tecnológico en la próxima década que puede permitir incluso acercar el todavía más el objetivo del 2050.
Así lo creen algunos expertos como Lennart Fagerberg, director ejecutivo de E.ON Renovables en España, durante su intervención en la Convención Eólica anual de la Asociación Empresarial Eólica, que fue clausurada ayer en Madrid. Según Fagerberg, dentro de quince años, la capacidad eólica terrestre instalada a nivel mundial pasará de los 185.000 MW actuales a más de 800.000 MW y se convertirá en la tecnología renovable más implantada y con mayor capacidad de generación.
Según las previsiones, para esa fecha, la región Asia-Pacífico contará con 396.000 MW de potencia eólica terrestre, casi la mitad del total a nivel mundial, y Europa, que es ahora mismo la pionera en eólica marina, se mantendrá como el mayor mercado a largo plazo. Pero la clave para el desarrollo de la energía eólica así como de cualquier otra tecnología renovable será la política regulatoria, esto es, un marco estable y predecible para que las empresas y los inversores hagan una apuesta decidida.
Estamos todavía al inicio del camino, ya que la capacidad instalada es todavía muy pequeña y está lejos de los objetivos de 2020 establecidos en los planes de energías renovables de la Unión Europea. China, es hoy el líder mundial en capacidad instalada y experimentará un fuerte crecimiento que convertirá a Asia en el mayor operador del mundo en el segmento de eólica terrestre; entre tanto, Europa mantendrá su crecimiento sumando 10.000 MW cada año y pasará de los 83.000 MW actuales a más de 225.000 MW en 2025.
Pero el gran desarrollo que está por venir será la eólica off-shore. El mercado de eólica marina se desarrollará a gran escala sobretodo en el norte de Europa y en el Mar del Norte. Es por ello que en el sur de Europa, también tenemos que empezar a mirar en esa dirección y mover rápido las caderas para estar a la altura para ser capaces de subirnos al tren de la competitividad en todos y cada uno de los segmentos de las energías renovables.
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