El 21% de las empresas españolas prevé incorporar vehículos eléctricos a sus flotas antes del año 2013, lo que supone que la intención de compra crece ocho puntos respecto a las expectativas de hace un año.
Así se desprende de los datos recogidos en el Observatorio del Vehículo de Empresa, promovido por Arval, la compañía de renting del grupo BNP Paribas. El estudio destaca la necesidad de que las Administraciones Públicas y las grandes empresas se impliquen para que el coche eléctrico sea un éxito.El informe pone de manifiesto que las grandes compañías tienen una mayor predisposición a utilizar coches eléctricos que las pequeñas y medianas empresas. Así, el 23% de las grandes corporaciones prevé incorporar coches eléctricos a sus flotas en los próximos tres años, mientras que en las pymes la proporción se limita al 21%.
En cuanto a las dificultades, el estudio apunta que el 68% de las empresas considera "excesivamente elevado" el precio de los coches eléctricos, que puede llegar a triplicar el de un automóvil convencional con prestaciones similares. Además, el 63% de las compañías cita como un obstáculo la limitación de la autonomía, un 59% menciona el número limitado de 'electrolineras', un 51% lamenta la escasa variedad de modelos, un 38% cuestiona la seguridad técnica, un 12% tiene dudas sobre la seguridad y un 12% pone en cuestión el "impacto verde".
El Observatorio concluye que, hoy por hoy, las empresas demandan automóviles convencionales con bajo consumo, preferidos por el 12% de las compañías. También un 12% dispone de coches 'Flex Fuel' o que utilizan biocarburantes, frente al 3% que apuesta por vehículos de gas, un 2% por eléctricos y otro 2%, por los híbridos. Esta tendencia se mantiene también de cara al próximo trienio, período en el que el 46% de las empresas prevé comprar coches convencionales de bajo consumo, un 24% opta por GLP o gas natural, un 32% por biocarburantes, un 21% por vehículos eléctricos y un 30%, por híbridos.
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