La electricidad es el factor crítico del desarrollo del siglo XXI. Sin energía no hay desarrollo, y la energía más sostenible es la electricidad. El diario EL PAIS publica en su suplemento Negocios un artículo Redes eléctricas para un desarrollo sostenible firmado por Luis Atienza, Presidente de Red Eléctrica en nombre del GO-13, la Asociación de Operadores de Grandes Redes Eléctricas. Evidentemente es un lobby que defiende sus intereses, pero muchos de los argumentos que desarrolla el artículo, son inteligentes y necesarios para enfocar con éxito los retos energéticos que tenemos planteados. Os ofrecemos un breve fragmento:
La electricidad ha sido un importante motor de desarrollo, innovación tecnológica y calidad de vida a lo largo del siglo XX. Nuestras sociedades han progresado con la extensión de las aplicaciones de la electricidad en la iluminación, en los sistemas de calor y frío, en los motores de tracción, en los equipamientos domésticos, en las tecnologías de la información, en las telecomunicaciones, en el transporte ferroviario y en los procesos electroquímicos, por citar solo algunas de ellas. Esto ha sido posible en buena medida gracias a la calidad del suministro eléctrico. .../...
Sin embargo, el desafío que tenemos por delante para las próximas décadas es mucho más ambicioso, porque la electricidad está llamada a convertirse en la pieza clave de un modelo energético más sostenible para el siglo XXI. Nuestras sociedades son cada vez más dependientes de la electricidad por su versatilidad, su accesibilidad, su confortabilidad, la calidad del suministro y por la limpieza en el punto de consumo, lo que la convierte en particularmente ventajosa en las ciudades, cualquiera que sea la combinación de tecnologías y energías primarias con las que se obtenga.
Por otro lado, esa flexibilidad de energías primarias y tecnologías proporciona una ventaja adicional a la electricidad desde el punto de vista de la seguridad de suministro, porque mitiga el riesgo de la dependencia. Además, muchos de los desarrollos tecnológicos que están llamados a contribuir de forma notable a nuestra eficiencia energética, como los led, la bomba de calor, las tecnologías de la información y las baterías, con su potencial impacto sobre el transporte por carretera, tienen también a la electricidad como epicentro.
Pero, sobre todo, la electricidad está llamada a ser el vector fundamental de un modelo energético más sostenible, que contribuya a la lucha contra el cambio climático, porque las tecnologías libres de CO2 más importantes, la nuclear y las renovables, y en el futuro los combustibles fósiles con captura y almacenamiento de CO2, pasan también por la electricidad.
Con la vista puesta en la próxima Cumbre del Clima de Cancún, aceptamos el desafío al que nos enfrentamos, y estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros y a cooperar para hacer viables los objetivos de la sociedad de tener un suministro eléctrico seguro, fiable, eficiente y que contribuya a la lucha contra el cambio climático. Integrar la máxima cantidad de energía renovable de forma fiable, desarrollar las inversiones necesarias para asegurar el mallado de las redes nacionales e internacionales para canalizar flujos cambiantes, aportar soluciones de almacenamiento, fortalecer la capacidad y la monitorización de nuestras redes y vigilar su ciberseguridad, impulsar la innovación tecnológica, son algunas de las tareas con las que nos comprometemos para convertir el sistema eléctrico en el eje de un modelo energético más sostenible, que contribuya al desarrollo y al bienestar de nuestras sociedades y de las generaciones futuras. En energía, la electricidad es el futuro.
Para leer el artículo íntegramente..... Redes eléctricas para un desarrollo sostenible
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