Empiezan a proliferar como setas los seminarios, cursos y conferencias sobre las amenazas a la seguridad que representa el cambio climático. Algunos más fundados que otros, pero pocos son los que apuntas medidas concretas y posibles que supongan un verdadero cambio de tendencia.
Estos días ha sido la Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, quien ha destacado que las políticas de seguridad y defensa requieren incluir con una perspectiva preventiva las amenazadas del cambio climático y los problemas energéticos. La Secretaria de Estado ha participado en el Seminario sobre Liderazgo Global y Seguridad organizado por la Universidad Menéndez Pelayo en Santander, señalando que el cambio climático y los problemas energéticos tienen un efecto multiplicador que agrandará las amenazadas y los riesgos en seguridad internacional y nacional, así como la desproporcionalidad de los impactos, siendo más graves en los países pobres y desfavorecidos. Hasta ahí de acuerdo, pero la cuestión es....¿porqué no avanzamos?.
Una de las mejores y más pedagógicas radiografías del estado del arte, la ha dado el siempre brillante Manuel Marín. El que fuera Comisario Europeo y Ex-Vicepresidente de la Comisión ha desgranado en la introducción del número 150 de los Cuadernos de Estrategia del Instituto Español de Estudios Estratégicos "Seguridad, modelo energético y cambio climático", que hasta que no consigamos construir el "momentum" adecuado, no será posible tomar los grandes acuerdos internacionales que permitan combatir el cambio climático.
La Cumbre de Copenhague supuso la demostración práctica de que ya no es posible pretender abordar la búsqueda de un Tratado vinculante y obligatorio desde argumentos exclusivamente medioambientales. Hay ya otras variables relacionadas con el cambio climático, tiene varios envoltorios. Envoltorios de naturaleza económica; envoltorios geopolíticos y geoestratégicos; envoltorios relativos al modelo energético; envoltorios relativos a la seguridad. Es un problema que tiene que estudiarse necesariamente en relación con los nuevos equilibrios de poder que se están produciendo en el mundo.
El voluntarismo o el buenismo no valen para combatir el Cambio Climático. Hay que buscar soluciones, políticas, geopolíticas, macroeconómicas, sociales y medioambientales. Un entorno cada vez más complejo que requiere de audacia, liderazgo y creatividad.
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