Un informe divulgado por Naciones Unidas precisa que el pasado año se invirtieron 211.000 millones de dólares en todo el mundo en las energías renovables, un 32 por ciento más que en 2009, y que por primera vez fueron las economías de los países en desarrollo las que marcaron la pauta en términos de fondos para proyectos de energías renovables de gran escala y proporción de capital para compañías del ramo.
En total, las naciones emergentes destinaron 72.000 millones de dólares al denominado capítulo de “nuevas inversiones financieras”, mientras las potencias desarrolladas liberaron 2.000 millones de dólares menos. Tras China, que incrementó su inversión en un 28 por ciento, Latinoamérica y los países desarrollados, Oriente Medio y África aportaron 5.000 millones de dólares al sector (+ 104 por ciento), India, 3.800 millones de dólares (25 por ciento) y el resto de las naciones emergentes de Asia 4.000 millones (4 por ciento).
En Latinoamérica, Brasil (7.000 millones), México (2.320 millones), Chile (960 millones), Argentina (740 millones) y Perú (480 millones) fueron los líderes en inversiones de energías renovables, que estuvieron centradas sobre todo en energía eólica, geotérmica, plantas de etanol y biomasa.
En China, el espectacular aumento de las inversiones estuvo dirigido por el crecimiento de las granjas eólicas, que acapararon el 78 por ciento del capital durante el año y que añadieron 17 gigavatios de potencia al país. A finales de 2010, la capacidad total de las granjas eólicas chinas era de 42,5 gigavatios, la mayor del mundo y 10 veces más que Dinamarca.
Así pues, o los europeos movemos las caderas o hasta en ese terreno los emergentes nos van a ganar la partida por su mayor capacidad de captar inversiones y por las ganas de salir adelante. Y es que los éxitos del pasado ya no garantizan los éxitos del futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario