Alemania anunció formalmente en mayo de 2011 que renunciaba a la energía nuclear. Una decisión que sorprendió a muchos pero que esconde una audaz estrategia económica e industrial. Alemania se dispone a liderar el nuevo modelo energético del s.XXI. Algo que ya hemos anunciado en este medio más de una vez:
Para mostrar esa ambiciosa e inteligente estrategia, estos días se ha celebrado en Casablanca (Marruecos) el Primer Salón Internacional dedicado a las Energías Renovables (Ener Event) en el marco del 6º Salón Internacional de la Electricidad y la iluminación. Y sorpresa, sorpresa el país invitado era.... Alemania. Sorprende además la poca presencia de empresas españolas del sector renovable en el país, a pesar de los esfuerzos del ICEX. Marruecos pretende que en 2020 el 42% de la energía sea de producción renovable (solar, eólica e hidráulica), lo que implica un gran salto en la capacidad de producción y mejorar le eficiencia de la red actual. Para ello, las empresas francesas, con SUEZ y Theolia a la cabeza, se han posicionado en el sector eólico, mientras que las empresas alemanas se posicionan en el sector solar.
Alemania quiere garantizarse las fuentes de suministro del norte, pero trabaja activamente por acceder a nuevas fuentes de suministro en otras regiones, y en particular de Marruecos y potenciar así su maquinaria industrial y tecnológica. Y eso se llama eminentemente energía solar. El ministro alemán de Asuntos Exteriores Guido Westerwelle, estuvo en mayo de 2011 de visita en Marruecos, un país importante pero no capital económicamente ni políticamente para Alemania. ¿Cuál era el objetivo?, reforzar la cooperación bilateral en energías renovables.
Los alemanes hace años que trabajan en reforzar su asociación en el terreno de las energías renovables con los países del sur del Mediterráneo a través del faraónico proyecto Desertec. Una iniciativa desarrollada por un grupo de empresas y bancos alemanes, al que se han sumado otras firmas europeas, entre ellas algunas españolas como Abengoa. Un proyecto muy ambicioso, respaldado por potentes empresas como Siemens o Deutsche Bank, que están apoyando la construcción de una cadena de plantas de energía solar a gran escala en el Norte de África.
La presencia alemana en Marruecos empieza a dar sus frutos, además de ser invitados de honor en el Salón, están haciendo una apuesta muy fuerte por los grandes proyectos, pero igualmente por las pequeñas instalaciones. Se ha filtrado un estudio -todavía no publicado- financiado por la cooperación internacional alemana (GIZ) en colaboración con la Agencia Marroquí para el desarrollo de las Energías Renovables y la Eficiencia Energética (ADEREE) que promueve el gran potencial que tiene la generación distribuida y el autoconsumo en el país, sobre todo orientado al despliegue de la fotovoltaica. Se empiezan a publicar precios y beneficios de este modelo, así como explicaciones de cómo funciona el net meetering, y el potencial de creación de empleo local.
El estudio de la GIZ promueve el desarrollo de un programa de “1millóm de techos solares” en el horizonte 2020, con una media de instalaciones de 2kw para llegar a los 2.000 KW. Un proyecto a imagen y semejanza del proyecto "100.000 tejados solares" que hicieron los alemanes en su país. Una apuesta que incluye diferentes posibilidades de financiación, desde subvenciones, créditos blandos, etc, calculando su coste en unos 29 millones de Euros.
Así pues, Alemania quiere ser líder en renovables en Marruecos. Si España, sus empresas e instituciones no movemos las caderas y espabilamos, seremos convidados de piedra e iremos a remolque en un sector en el que tenemos muchas posibilidades por nuestra experiencia y capacidades tecnológicas e industriales. La ventaja competitiva de ser vecinos no es suficiente, hace falta algo más.
Por cierto, el comportamiento de algunos españoles en la Feria lamentable. Mejor que se queden en casa si no saben de modales.......
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