
República Dominicana carece de yacimientos petroleros, por lo que importa unos 155.000 barriles de petróleo al día, principalmente de Venezuela. De acuerdo con estadísticas de la corporación estatal de empresas eléctricas, el 46,1% de los 1.600 MWh que se generan en el país proviene de termoeléctricas a base de diesel, 39,8% se genera con base en carbón y gas natural y 14,1% mediante hidroeléctricas. Sólo en el 2010, República Dominicana gastó 798 millones de dólares en la importación de combustibles fósiles para la generación eléctrica, cerca del 25% de sus importaciones de petróleo.
El proyecto Los Coco-Quilvio Cabrera fue construido, con una inversión de 100 millones de dólares por la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE-Haina), de capital público y privado, y por el Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM). Aunque la primera fase del parque eólico sólo generará 33 MWh, en su segunda fase prevista para el 2012 la generación se ampliará a 70 MWh.
Pero el problema de la escasez energética es un problema crónico es el país. Debido a los altos costos del petróleo y alta morosidad de los consumidores, República Dominicana mantiene un déficit de más del 25% de sus necesidades eléctricas, que se traduce en constantes apagones. La solución pasa en parte por desplegar el autoconsumo a través de la generación distribuida, en la que el país ha desplegado una ambiciosa normativa.
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