6 de octubre de 2011

Energías renovables, sacamos pecho en el G-20 pero recortamos las primas un 40%. ¿Contradictio in terminis?

En época de vacas flacas, España no tiene muchos cartuchos en la recámara para sacar pecho en el escenario internacional. Pocos son los sectores económicos o industriales en los que brillamos o somos líderes, y los deberíamos proteger. Sobretodo aquellos que aportan valor añadido y están basados en las TIC y el I+D+i. Uno de esos pocos sectores son las energías renovables. 


Es por ello que el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, se trajo para España el encuentro del Grupo de Trabajo de Energías Limpias y Eficiencia Energética del G20, que tuvo lugar los días 3 y 4 de octubre en Sevilla. La reunión tenía como objetivo, cumplir el mandato de los líderes del G20 en Seúl sobre la necesidad de promover a nivel global la implementación y el desarrollo de las tecnologías en energías limpias y eficiencia energética. Sevilla fue el lugar escogido para intercambiar puntos de vista y experiencias de cara a la próxima cumbre de líderes del G20 que tendrá lugar en noviembre en Cannes.


Sebastián sacó pecho y declaró que España es uno de los países con mayor porcentaje de energías renovables además de ser el líder europeo en energía termosolar y solar termoeléctrica y uno de los más importantes en fotovoltaica. Pero quizás no les contó a los colegas del G-20, que estamos recortando las primas del orden del 40% al sector y estamos descapitalizando a uno de los pocos sectores que nos dan brillo, capacidad exportadora, creación de puestos de trabajo y de calidad y reconocimiento internacional. Una contradicción difícil de explicar. 


Estamos en crisis y hay que recortar, pero no es lógico hacerlo en sectores estratégicos y de futuro. No podemos poner en el mismo saco a la nuclear, las renovables, los ciclos combinados o el carbón. No es posible decir sí a todo. La política está precisamente para priorizar en bien del interés general, y eso significa elegir. 


Si necesitamos más recursos, ¿porqué no ponemos una tasa sobre los beneficios a las nucleares como hacen Alemania, Francia y otros países de nuestro entorno? . La política española hace tiempo que viev en una permanente contradictio in terminis.

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