El cambio climático nos interpela cada día en la búsqueda de soluciones creativas, imaginativas e innovadoras que nos permitan encontrar un nuevo circulo virtuoso de crecimiento, desarrollo y sostenibilidad. Todo ello significa cambiar ideas, metas y métodos, lo que siempre crea una cierta incertidumbre en los sectores y sociedades en transición o reconversión. Pero hay gente extraordinaria que siempre suele ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Personas que nos ofrecen una mirada positiva al futuro y nos sacude el pesimismo ofreciéndonos un horizonte de esperanza.
Una de esas personas es Nicholas Stern, Profesorl de la LSE, que acaba de recibir el premio Fronteras del BBVA, un premio a la excelencia por su trayectoria. Stern autor del Informe Stern sobre la economía del cambio climático (Stern Review on the Economics of Climate Change) es un informe sobre el impacto del cambio climático y el calentamiento global sobre la economía mundial.
"Subestimamos el daño económico del cambio climático", señaló desde Londres, tras obtener el premio. "Estimamos que la mayor probabilidad era un impacto de un 5% del PIB mundial y ahora creo que estará más cerca del 20%, que era nuestra estimación más pesimista". Como causas Stern cita que están aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero más de lo previsto y que se cree que los océanos tienen menor capacidad de absorción de la calculada antes.
Otro error que reconoce Stern, es no haberse dado cuenta antes de lo atractivas que resultan las economías e bajas en carbono, "una nueva revolución industrial llena de innovación y descubrimientos, una oportunidad para crecer en tiempos de crisis". Por eso, el premiado considera necesario mantener un vivo debate social que plantee las ventajas de aprender de errores pasados, como las burbujas de las puntocom y la inmobiliaria, y sentar las bases de una nueva era económica también en los países ricos, basada en la limitación de emisiones.
Sin embargo Stern nos recuerda igualmente que el objetivo no es solo crecer económicamente.El cambio climático es, junto a la pobreza, el mayor desafío del siglo, y nos alerta de las graves consecuencias que tendrá no tomar medidas a tiempo, en forma de enormes movimientos de población: "Centenares de millones de personas tendrán que trasladarse".
Así pues, podíamos hacer el ejercicio colectivo de ver todos el vaso medio lleno en vez de concentrarnos en ver el vaso medio vacío. El horizonte lo conocemos, ahora falta una hoja de ruta sólida y coherente.
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