Termoeléctrica "Africana Energía", I+d+i y tecnología española de vanguardia en el mundo. #energia

He tenido la oportunidad de estar presente en una ceremonia muy especial, la inauguración de la impresionante Central Termoeléctrica "Africana Energía". Un hito tecnológico de tres empresas españolas: la compañía cordobesa Magtel, que junto a Grupo Ortiz y la Ingeniería TSK, han puesto  en marcha uno de los mayores proyectos andaluces en el sector de las renovables. Y es que este proyecto hecho realidad será capaz de generar la energía equivalente al consumo de 100.000 hogares.

Con 50 megavatios (MW) de potencia, el complejo se ubica sobre 270 hectáreas de extensión repartidas por los términos municipales de Fuente Palmera, Guadalcázar, Almodóvar del Río y Posadas, todos ellos en la provincia de Córdoba. Esta es una de las zonas de toda de Europa que goza de mayor radiación solar y está próxima a fuentes hídricas naturales de las que abastecerse, así como a líneas de evacuación eléctrica. Todo ello permite a la planta obtener elevados índices de productividad energética.

Una vez que esté a pleno rendimiento, generará más de 180 millones de kilovatios hora, equivalente al consumo de 100.000 hogares. La infraestructura está diseñada para que funcione durante 25 años y "el grado de innovación tecnológica aplicado es una de las grandes características de este proyecto", según explican sus promotores.

Una de las grandes características de este complejo, tanto en la vertiente fotovoltaica como en la termoeléctrica, es el grado de innovación tecnológica aplicado. El seguidor solar de la planta fotovoltaica, móvil a dos ejes, ha sido diseñado por MAGTEL I+D+I, la filial del grupo centrada en nuevas soluciones y especializada en el sector de las energías renovables, en un programa de investigación que contó con la colaboración de la Universidad de Córdoba.

Asimismo, la termoeléctrica lleva implementada una tecnología cilindro-parabólica, una tecnología limpia, madura y con una larga experiencia, lo que permite estar preparada para una instalación a gran escala. La tecnología cilindro-parabólica basa su funcionamiento en seguimiento solar y en la concentración de los rayos solares en unos tubos receptores de alta eficiencia térmica localizados en la línea focal de los cilindros. En estos tubos, un fluido transmisor de calor, tal como aceite sintético, es calentado a aproximadamente 400 ºC por los rayos solares concentrados. Este aceite es bombeado a través de una serie de intercambiadores de calor para producir valor sobrecalentado. El calor presente en este vapor se convierte en energía eléctrica en una turbina de vapor convencional.

Además, la planta termosolar cuenta con un sistema de almacenamiento térmico que suministra energía almacenada durante la noche o con cielo nublado, calentadores auxiliares convencionales para el mantenimiento de la temperatura del fluido térmico y de las sales de almacenamiento en períodos prolongados sin generación eléctrica y diversos sistemas auxiliares, para el control de la planta o su conexión a la red de Distribución.

Una joya tecnológica que demuestra el potencial exportador de las empresas de renovables españolas.