¿A quién beneficia la prórroga de las Centrales Nucleares? El ejemplo de Garoña #energia

El Gobierno ultima la Orden Ministerial para revocar el cierre de la central nuclear de Garoña que decidió el gobierno anterior. Inicialmente estaba previsto el cierre para el año 2013, pero se retrasará al menos seis años. ¿Es una decisión estratégica para la sostenibilidad del sistema energético español? 

Para nada, es una victoria de los potentes lobbyes nucleares de las eléctricas, que nos presentan a la energía nuclear como la única que hoy puede ofrecer competitividad, precios bajos, garantía de suministro y seguridad. Pero algunos datos y ejemplos demuestran que es una falacia. 

La energía nuclear no es el único modelo posible para un gran país industrializado. Alemania ha demostrado ya este invierno, que sin la apuesta nuclear y aún con temperaturas bajo cero, estaba exportando electricidad a Francia a precio de oro y ganando dinero a espuertas. Mientras, Francia, una potencia nuclear tiene una factura más alta. Alemania ha escogido el camino de cerrar las nucleares....y gana competitvidad.

Donde está la clave entonces de la decisión del Gobierno?. En el dinero evidentemente. La prórroga de Garoña comportará para sus propietarios unos ingreso de 1.100 millones de euros durante los seis años de ampliación de su explotación, según un informe de la organización Greepeace. No está mal. 

Y es que la prórroga, no mejora la dependencia energética de España, sino que la perpetúa, ya que Garoña importa del exterior la totalidad del combustible que utiliza, y además no tiene ninguna incidencia en la seguridad de suministro, porque en España en estos momentos hay sobre-capacidad de generación eléctrica.

Tampoco ahorra costes o reduce el déficit de tarifa, ya que la fijación del precio de generación de la electricidad es el derivado de una subasta en el sistema de mercado y, por lo tanto, recibe la misma retribución que otras tecnologías. Recibe un sobreprecio por una central ya amortizada.

En definitiva, que una vez más volvemos a confundir los intereses de las grandes empresas, con los intereses generales. La Revolución energética y la democratización de la energía en España es una asignatura inaplazable. Seguimos pagando justos por pecadores.