4 de junio de 2012

La #UE lee la cartilla ambiental a España. Somos un país ineficiente y contradictorio energéticamente. Contaminar es barato.

Las autoridades europeas nos vuelven a sacar los colores y a poner encima de la mesa algunas de las inconsistencias y contradicciones de la política económica y fiscal españolaEl sistema tributario español penaliza el trabajo y el empleo, con una imposición excesiva en IRPF o Seguridad Social, y en cambio subsidia el consumo de combustibles fósiles que se deben importar. Se puede decir más alto pero no más claro.

Como bien nos explica hoy en un excelente artículo Antonio Cerrillo en La Vanguardia "España es el país de la UE que menos aplica los impuestos por contaminar", invertir esta tendencia es clave para modernizar el mercado español y hacer eficiente el uso de sus recursos. Así lo señala un informe de la Comisión Europea que evalúa los programas de reforma y estabilidad presentados por el Gobierno a la UE.

España aplica una política fiscal anticuada. No se castigan los usos inadecuados de la energía. Los ingresos procedentes de los impuestos medioambientales en España (en relación al PIB) “fueron los más bajos de la UE en el año 2010”, mientras las deducciones fiscales por la compra de vivienda han tenido un efecto perverso (alentaron el endeudamiento de las familias y la formación de la burbuja inmobiliaria), algo que recupera el  actual gobierno. 

Entre algunas de las pistas de por dónde pasa el futuro, la Comisión Europea es clara:

  • Hay que reducir gradualmente hasta suprimir las ayudas a la producción de carbón y cerrar las minas de aquí al 2018.
  • El sector del reciclaje es un gran yacimiento de empleo, pero hay que implantar gravámenes para incentivar la adecuada gestión de los residuos, con el objetivo de generar menos y reciclar más. Hay que mejorar en fiscalidad verde. 
  • Es un error paralizar las ayudas al sector de las renovables, compromete las metas en materia de energía y cambio climático para el 2020, y denuncia los beneficios extraordinarios que obtienen la nuclear e hidráulica, “ya amortizadas” que obstaculiza el crecimiento económico. 
  • Denuncia que está encallado el decreto de autoconsumo y la necesaria descentralización de la producción de energía. 
  • Todos los sectores no pueden recibir ayudas. El carbón nacional, que incrementa las emisiones de CO2,  Se autorizan plantas de gas, pero sobran instalaciones, y se les paga por estar paradas y disponibles. A las nucleares e hidroeléctricas se les está retribuyendo por encima de los costes reales. 

En definitiva, un rapapolvo en toda regla. Y es que somos un país ineficiente energéticamente. La dependencia energética lastra la competitividad del país. Nuestra intensidad energética es muy superior a la de la UE. España necesita entre un 20 y un 25% más energía para producir los mismos bienes y servicios que la UE.

O espabilamos..... o hay crisis para rato. No hay salida de la crisis sin apostar por un nuevo modelo energético. 

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