19 de septiembre de 2011

¿Están manipulados los precios del gas y la electricidad? Falta información y transparencia



En los últimos días ha vuelto a la palestra las sospechas de que la conformación del precio final en los mercados de la energía son cuanto menos poco transparentes.  Los precios del gas y la electricidad para uso doméstico en Europa siguen al alza a pesar de que ha habido variaciones y fluctuaciones importantes en el mercado mayorista. Parece que las subidas se repercuten inmediatamente en los precios finales, pero que cuando ha los precios han ido a la baja, alguno se han olvidado de trasladarlo a los precios que cobran a los consumidores.

En los últimos años se ha intentado aumentar la competencia a través de la liberalización del sector, pero los resultados son decepcionantes, y la transparencia brilla por su ausencia, el mercado de la energía es indescifrable, y algunas compañías de distribución en Europa están bajo sospevha, como bien explica un artículo publicado recientemente en Euroefe "El fin de la manipulación de los precios del gas y la luz más cerca". Y es que las seis grandes compañías que dominan el mercado europeo son acusadas de prácticas poco éticas. Compran energía barata durante los meses de verano para revenderla a precios inflados cuando se incrementa la demanda en los fríos meses de invierno.

Recientemente en España, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha abierto un expediente informativo para analizar de qué manera afectan las transacciones en los mercados no organizados (OTC) de energía durante los días previos a la celebración de las subastas de referencia para determinar la tarifa de último recurso (TUR) de la luz, la que pagan la mayoría de los usuarios. Se sospecha de que el mercado es manipulable y que las comercializadoras de electricidad operan en jornadas previas a la subasta para garantizarse unos precios finales que casen con sus intereses. Si eso es verdad, hay que tomar medidas contundentes.

En el Reino Unido, las asociaciones de consumidores ya han denunciado los crecientes márgenes que obtienen las compañías de gas y electricidad, fruto de la diferencia entre lo que pagan a los productores y lo que cobran a los consumidores – márgenes que han crecido más de un 200 por ciento desde 2008. En España, la diferencia de precios de la electricidad para uso doméstico entre 2005 y 2010 es casi del 41%. Así, Una familia media que con 3,45 kW contratados consumiera 3.500 kWh anuales pagaba por su factura eléctrica 422 euros en 2003, 532 euros en 2008, 640 euros en 2010 y 718 euros en 2011. Es decir, con el mismo consumo, este año pagará 78 euros más que el pasado, según la OCU.

En un intento de dotar de mayor transparencia, se ha creado la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), que será la encargada de supervisar las transacciones y suministrar los datos a los países de la Unión, que serán los responsables de investigar los posibles incumplimientos e imponer sanciones. Todos los actores del mercado, incluidos los gestores de la red de transporte, proveedores, operadores, productores, intermediarios y grandes consumidores, deberán facilitar información de sus transacciones a esa Agencia. Se creará un registro pan-europeo de actores implicados en el mercado mayorista de la energía y solo las compañías incluidas podrán comprar y vender gas y electricidad en la UE.

La energía es uno de los vectores claves para el desarrollo y para la competitividad. Si el mercado de la energía está manipulado, sería gravísimo, ya que además de las prácticas fraudulentas, supondría una distorsión a las posibilidades de recuperación y competitividad de la economía europea. Necesitamos más transparencia.






Fuente: Euroefe, El País, Energía para el Desarrollo
Foto: EL Blog del 6B


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